Soy una persona que si me pongo me pongo, no me gustan las cosas a medias. Tengo disciplina y cuando empiezo algo lo acabo. No puedo empezar un libro y dejarlo a medias, lo sigo leyendo a pesar de que no me esté gustando.
Durante el día no paro de estar activa/o, tengo mucho trabajo y lo compagino con mi familia. En esos momentos no me da tiempo ni de comer. Sin embargo hay situaciones en las que no puedo parar una vez que empiezo a tomar algo.
O todo o nada, esto me describe. No me gustan las medias tintas. Cuando me comprometo con algo lo hago, me involucro en las cosas al cien por cien. Soy entregado/a y pueden contar conmigo pues estaré siempre dispuesto/a a trabajar por lo que me he propuesto. Aunque esté mal decirlo, tengo mucha capacidad de esfuerzo. No consigo entender sin embargo como no puedo parar de comer si no quiero engordar.
Tengo mucho aguante, no me canso fácilmente. Voy al gimnasio al medio día, sigo con trabajo y acabo con las tareas de la casa y los niños. En este sentido va todo bien. Cierto es que esto va por temporadas, hay meses que no fallo al gimnasio, hay meses que no lo piso. Me gustaría ir más a menudo.
¿Con la gente? Me llevo bien con todo el mundo, me divierto vaya donde vaya. No me importa un plan u otro. Me amoldo con gusto. No soy la voz cantante de los planes pero sí me uno sin problema. ¿Qué me apetece hacer? Lo que queráis.
Ahora estoy pasando por un periodo de estrés y por eso me cuesta dejar de comer. Como decía antes una vez que abro la boca no puedo parar. Como por ansiedad y con la vida que llevo es normal. Ya cambiará esto. Sin embargo mi ritmo de trabajo y compromiso durante el día no puede cambiar. Gracias a mi trabajo y esfuerzo he conseguido muchas cosas buenas, sobre todo para la educación de mis hijos.
Con todo esto, mañana lunes, empiezo régimen y lo voy a hacer a la perfección”.