¿Qué es la TERAPIA FAMILIAR?

Con esta breve descripción quiero que el lector conozca que la terapia familiar es una herramienta de trabajo para abordar un posible malestar emocional, es decir, para tratar muchos cuadros psicopatológicos y psicológicos.

No es necesario para ello que toda la familia acuda a sesión, ni que toda la familia necesite terapia. Simplemente como terapeuta de familia con la información que uno o varios miembros de la familia me traiga, podré tener en cuenta a todas las personas cercanas al dolor, entender los roles y funciones que cada uno desempeña, movilizar a la persona y/o personas que puedan desencadenar cambios y con ello favorecer nuevas formas de percibir el problema, y por lo tanto, de abordarlo.

La Terapia Familiar es una herramienta muy útil porque contempla el carácter dinámico de la psicopatología y deja de entenderla como una enfermedad. Para mí como profesional de la salud, la psicopatología se define y se diagnostica en un tiempo concreto, en un contexto determinado, siendo todo ello flexible y por eso, susceptible de mejora.

Todos podemos ver a nuestro alrededor que hay personas que sufren por malestar emocional.

Los niños ante cambios contextuales pueden sentirse desubicados, temerosos al desconocer lo que les llega, enfadados con alimentos que no son los esperados, tímidos ante nuevos compañeros de colegio, con miedo ante una consulta médica. Esto lo pueden manifestar con cuadros como enuresis, terrores nocturnos, celos, rabietas, y otros síntomas.

Los adultos pueden también sufrir alteraciones emocionales a pesar de no tener un gran problema: susceptibilidad por falta de sueño, tensión elevada por mucha carga de trabajo, inseguridad frente a un hijo adolescente, miedo ante la llegada de un bebé, y un largo etcétera. Esto se puede reflejar a través de cuadros de ansiedad, compulsividad, consumo de alcohol, insomnio, trastornos psicosomáticos, síntomas de depresión, y otros diagnósticos.

La Terapia Familiar se basa en una concepción biopsicosocial de la patología, la TF rellena el vacío que teníamos cuando el paciente no tiene capacidad de salir del medio ambiente en el que está y éste es parte del problema; esta situación es harto frecuente, sin embargo, contemplando la psicopatología desde estos tres pies, el tratamiento gana eficacia.

Además, la TF aboga por una visión multidisciplinar, es decir, trabajo teniendo en cuenta todos los frentes posibles de intervención. Conociendo y movilizando todos los sectores que rodean el problema podemos atajar el dolor y gestionarlo en coordinación con otros profesionales, logrando con ello mayor rapidez a la hora de ver resultados, que no se cronifique, que remita.

Añado por último y no menos importante, la visión sistémica de la patología, esencia de la TF. El problema psicológico está dentro de un conjunto de factores interrelacionados entres sí, la TF nos permite encontrar de manera más exacta el origen, los desencadenantes del problema y las variables que lo están sosteniendo. Con esta forma de trabajar el terapeuta mueve el lugar que ocupan esos factores permitiendo al paciente que entienda una nueva forma de percibir la situación y con ello que desarrolle y haga madurar actitudes no patológicas de funcionamiento hasta conseguir que el diagnóstico remita.

Muchos de los presentes habrán vivido la experiencia de que un médico haga un diagnóstico, a posteriori otro médico da otro diagnóstico distinto, el paciente se queda absolutamente desconcertado. Esto no significa que alguno de los dos se equivoque. Lo que significa sin embargo es que la etiqueta médica es un concepto estático pero las personas somos cambiantes, en proceso de crecimiento, con posibilidad de cambio y de mejora. Un diagnóstico es real en un momento concreto y con el paso del tiempo, en otro momento determinado, el diagnóstico puede cambiar.

Con estas breves letras quiero transmitir que la TF es una psicoterapia útil para que todos podamos disfrutar de lo bueno que cada uno encuentra en su camino, desde un enfoque integral e interprofesional.

“Yo soy Yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”